martes, 4 de diciembre de 2012

Lo que dos corazones heridos esconden sólo ellos lo saben.

- ¿Pero se puede ser más imbécil?
-  Estamos empatados en eso,¿eh?
-  Ríete... como siempre haces. Nada te importa desde que...
-  Desde qué, vamos. ¡Dilo! 
-  Oliver, déjalo.
-  No, venga, cúlpame de nuevo, sólo sabes hacer eso.
-  Antes todo era distinto, y lo sabes. 
-  Mira, sé que las cosas han cambiado pero... yo...sigo siendo el mismo. Te lo prometo.
-  Entonces deja de aparentar, deja de ser lo que no eres y vuelve a ser mío.